Redescubrir el Examen ofrece una experiencia
Redescubrir el Examen ofrece una experiencia de oración única que se ajusta a tus necesidades y estado de ánimo. Cada Examen, basado en la oración que san Ignacio escribió hace más de 500 años, te guía a través de una estimulante reflexión sobre tu día, ayudándote a hacer a Dios partícipe de la esencia de tu vida. Elige un Examen que refleje el momento en que te encuentras, o reza la reflexión del día.
Redescubrir el Examen es una creación de Loyola Press y está basada en el popular libro de Mark Thibodeaux, SJ “Redescubrir el Examen ignaciano”, que ofrece versiones flexibles y adaptables del Examen.
¿Qué es el Examen ignaciano?
San Ignacio de Loyola ideó el Examen en forma de una oración muy corta que se puede rezar en cualquier momento. En el Examen repasamos el pasado reciente para encontrar a Dios y sus bendiciones en nuestra vida diaria. San Ignacio decía que el Examen debe ser el momento más importante del día, porque este momento afecta a todos los demás momentos.
¿Cómo se hace el Examen?
Hay una sencilla rutina de cinco pasos para el Examen diario, por los que esta aplicación te guía:
1. Saborear los momentos donde las cosas salieron bien y todos los dones que has recibido hoy.
2. Pedir que el Espíritu te guie mientras repasas el día.
3. Repasar tu día.
4. Arrepentirte de cualquier error o fallo.
5. Decidir, de manera concreta, vivir bien mañana.
Beneficios
El Examen trae la presencia de Dios a la vida diaria. Te ayuda a:
- unirte más estrechamente a Dios;
- ver el punto de vista de Dios sobre tu vida cotidiana;
- dar gracias por los incontables dones que han aparecido en tu jornada, e incluso a percibir la presencia misma de Dios en esos dones;
- darte la oportunidad de reconocer tus faltas y pedir perdón por ellas, sentir aflicción por tus fracasos y penas y sanarte de ellos;
- comprender lo que sucede realmente bajo la superficie de tus pensamientos, palabras y hechos y a conocer la fuente misma de tus motivaciones;
- discernir la forma de manejar los aspectos más espinosos de tu vida, a reconocer cuáles son los dones interiores que necesitas recibir de Dios para hacer lo correcto mañana y a pedir explícitamente esos dones a Dios.